El románico en la Ribagorza
Maestros arquitectos procedentes de Lombardía eligieron los paisajes de ensueño del Pirineo oriental como marco para sus creaciones en piedra. Poco a poco se fue extendiendo por todo el Reino de Aragón.
En la comarca de Ribagorza, cerca de Graus, entre las montañas del Valle de Isábena, a mediados del siglo IX, se funda el Monasterio de Obarra que se convierte en importante centro espiritual. A pocos metros, la ermita de San Pablo, del siglo XII.
Así mismo, la Catedral de Roda de Isábena, levantada en la antiquísima sede del obispado de Ribagorza y el monasterio de Santa María de Alaón, en Sopeira, son pilares del arte románico.
En el valle de Benasque se conservan unas cuantas muestras de la arquitectura románico-lombarda que combinadas con su espectacular entorno hacen imprescindible su visita:
Ermita de Ntra. Sra. de Gracia (s XI) en El Run.
Ermita de San Martín (s XII) en Chía.
Iglesia de Santa María (s. XIII) en Benasque.
San Pedro (s. XII) en Villanova.
Iglesia de San Juan Bautista (s. XII) en Eresué.
Ermita de San Pedro apóstol (s. XII) en Sesué.
Iglesia de Sahún (s. XII).
Iglesia de San Esteban de Conques (s. XI-XII) en Anciles.
Monasterio de los Santos Justo y Pastor de Aurigema (s. X) en
Urmella.
Iglesia Parroquial de Renanué (s. XII).
Ermita Santa María en Calvera.
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